Salimos de Braojos rumbo suroeste por una calleja hasta el encuentro con el arroyo de la Dehesa, el cual cruzamos y seguimos hasta su confluencia con el otro arroyo
más importante del pueblo, el de la Trocha de la Cigüeñuela.
A pesar de las distintas regueras que desangran estos arroyos, en la zona se encuentran restos de tres molinos harineros de agua, el primero que encontramos es el del Palomar, escondido entre la vegetación y olvidado desde hace más de 50 años. A continuación dejaremos atrás el valle y su ecosistema de rivera y abriremos la vista a los paisajes de la zona. Regresamos manteniendo siempre la mirada en la torre de la iglesia que casi siempre nos indica el camino.
Dificultad: moderada
Distancia: 3,7 km
Tiempo: 2,5 horas